Nos cuentan que ni el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ni su canciller ni el embajador en México, Francisco Arias Cárdenas, se han pronunciado tras el incendio de la estación migratoria en Ciudad Juárez, en el que murieron 40 personas a consecuencia de estar encerradas en un centro de detención, entre ellas ocho ciudadanos venezolanos. Resulta que la posición del régimen bolivariano es que no han recibido notificación oficial de lo ocurrido, por lo que, nos cuentan, a los activistas promigrantes que han buscado el apoyo de Caracas para repatriar los cadáveres o que los familiares viajen a México para las gestiones necesarias, les responden que oficialmente no saben nada y no pueden intervenir ni pronunciarse. Tampoco ha buscado la representación venezolana hacer contacto con el ciudadano de ese país detenido y acusado de haber iniciado el fuego. ¿Será que no tienen interés en ayudar a sus gobernados o que no quieren molestar al gobierno “hermano” de México?   |  Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.