* Estados Unidos no pudo contra la novena japonesa, que eliminó a México en semifinales

 

MARCA

 

Japón se coronó en el Clásico Mundial de Béisbol en una noche en la que los nipones supieron aprovechar su momento para así llevarse el título del certamen. Es el tercer Clásico que suman los nipones en su historial tras derrotar a la novena de Estados Unidos, 2-3.

La ofensiva norteamericana fue la primera en abrir la pizarra por conducto de Trea Turner con un cuadrangular en solitario, el cual sería por cierto su quinto del torneo. Segunda entrada y Estados Unidos ya iba 1-0 arriba.

La alegría duró poco para la novena de Mark DeRosa, Muretaka Murakami pegó batazo para un cuadrangular que era el 1-1 en la pizarra. Japón respondía de manera casi inmediata demostrando que estaban dentro del juego.

Japón continuaba produciendo y se adelantaba con Kazuma Okamoto que desde tercera base ponía el 2-1.

Japón seguía aprovechando sus oportunidades al bat y apareció de nueva cuenta Okamoto quien conectó cuadrangular en solitario para el 3-1 de los nipones.

Hasta la octava entrada llegaría Kyle Schwarber en un turno que cambió el ánimo del encuentro. El de los Phillies conectó su segundo cuadrangular en el torneo que representó el 3-2 que le daba vida a la novena norteamericana

Pero la historia nos depararía uno de los duelos más esperados: Mike Trout vs. Shohei Ohtani.

El manager de Japón quiso hacer gala de su superestrella, quien pasó del cuadro a la lomita para conseguir su primer salvamento en su carrera como profesional.

El pelotero de Angels comenzó con dudas otorgando una base por bolas a Jeff McNeil; sin embargo, dominó a Mookie Betts con una doble matanza.

Y la batalla más anhelada del Clásico Mundial de Béisbol llegó en el out 27 en el enfrentamiento entre las dos figuras de Angels en las Grandes Ligas.

Parecía que Shohei Ohtani no había participado en todo el juego, que exhibió su brazo con lanzamientos de 100 MPH ante Mike Trout, a quien llevó a la cuenta máxima.

Pero si a velocidad hieres, a velocidad puedes morir… una apuesta que le salió al nipón de 29 años para propinar ponche a uno de los bateadores más temibles de MLB, y con ello, darle la tercera corona a Japón.

Con esto, la novena asiática culmina su participación en el Clásico Mundial de Béisbol de manera perfecta, cerrando con siete victorias y ante los antiguos campeones, Estados Unidos.