El éxito de la marcha dominical en defensa del INE tomó por sorpresa a los mandos principales de la 4T.

Su desconcierto se reflejó con nitidez en las redes sociales. La jauría electrónica, usualmente eficaz y despiadada, se mostró desconcertada y errática. Por horas no supieron por dónde entrarle al asunto.

Pensaron que las mantas gigantes de García Luna serían suficientes para arruinar la concentración, pero no fue así. La demostración fue más allá del ex secretario de Seguridad e incluso más allá de la defensa del INE.

La plaza se llenó porque hay un descontento que crece. Desde ayer Morena perdió el monopolio de llenar el zócalo.

La pregunta es qué lectura le darán el gobierno y su partido a lo que ocurrió. ¿Seguirán los insultos a los ciudadanos que marcharon? ¿Habrá algún gesto de respeto o reconciliación? ¿Volverán a alterar las cifras de asistentes?   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.