El plumaje de la gobernadora Layda Sansores es de los que mancha al pantano por el que pasa. Tal parece que disfruta estar en la ciénega de la política haciéndole el trabajo sucio a los de arriba.

El Tribunal Electoral le ordenó a Sansores disculparse públicamente por incurrir en violencia política de género contra legisladoras priistas.

No solo eso, la gobernadora también decidió ignorar el amparo que protege al senador Monreal contra la difusión de material obtenido ilegalmente. Todo porque la mandataria de Campeche ha hecho suyo el apotegma aquel de “No me vengan con que la ley es la ley”.

No es que la mandataria estatal haya cambiado, el escándalo ha sido siempre su línea de acción. Si ya saben cómo es para qué la hacen gobernadora.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.