Recurrir al ardid de que si no hay cuerpos no hay delito, sirvió a las autoridades para capotear ayer las preguntas de la prensa sobre el fusilamiento colectivo en San José de Gracia, cuyo alcalde, José Luis Anguiano, también se agarró de ese clavo ardiendo.

Les sirvió ayer, pero hoy tienen que dar respuestas. Urgen.

Los hechos no ocurrieron en un paraje desierto de la sierra, sino en una calle estrecha atestada de casas y autos, a la vuelta de la Presidencia Municipal.

Entre las preguntas sin responder está el papel que jugó la policía municipal, que sigue sin aparecer. Según la fiscalía del estado, ellos se enteraron horas después de los acontecimientos por los videos que aparecieron en redes sociales.

O sea que la policía municipal ni siquiera les echó una llamada para reportar lo sucedido. Qué raro.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.