Nada distrae al canciller Marcelo Ebrard. No pierde de vista los objetivos y se multiplica para cubrir todos los frentes. Uno de los logros más importantes del actual gobierno es, lo recordó, la renovada lucha internacional contra el tráfico de armas de fuego. Cierto. Ningún intento anterior llegó tan lejos como la actual estrategia para frenar el flujo de armas en la frontera, foco de la violencia en el país. Ebrard está apegado a su agenda. Y lo mismo participa en la Cumbre sobre Océanos que se reúne o sostiene llamadas con los presidentes de Colombia y Ghana o con la directora general de la Unesco o con su homólogo español. No por nada, John Kerry y el expresidente Evo Morales lo consideraron “amigo”. Y de eso, exactamente, se trata la diplomacia. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.
En lo suyo
