Al que le está lloviendo sobre mojado, nos señalan, es al titular del Insabi, Juan Antonio Ferrer, a quien no sólo le cayó encima hace apenas unos días el fuerte regaño presidencial por el tema del desabasto de medicinas, sino que ahora está teniendo que enfrentar la inconformidad de cientos de médicos que acusan que fueron despedidos de manera injustificada. Estos galenos, originarios de Oaxaca, ayer dieron una muestra del tamaño de su molestia al retener por casi ocho horas a los trabajadores del instituto que laboran en las oficinas de la Ciudad de México. Los doctores buscaban una mesa de diálogo con el propio Ferrer y otras autoridades del sector Salud, para buscar una solución al problema, pero al no lograrla, retuvieron a los trabajadores, muchos que, dijeron, habían ingresado desde la mañana, y sin haber comido sólo pudieron salir hasta las 21:00 horas. Uf.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.