El pasado sábado 20 de agosto el huracán Grace, a su paso por la zona norte de la entidad, arrasó con miles de hectáreas de cultivos de cítricos, plátano, vainilla y café, siendo afectados por los intensos vientos, con rachas de hasta 205 kilómetros por hora, con los que tocó tierra.
La amplia región donde impactó el meteoro, que abarca los municipios de Tihuatlán, Álamo, Espinal, Poza Rica, Coxquihui y Papantla, sufrió severos daños en su producción agropecuaria, base de la economía regional, afectando a cientos de campesinos y productores, ya que, por un lado, los fuertes vientos derribaron plantas de plátano en producción, tiraron plantaciones de naranjas, mandarinas y limones, y, por otro lado, las lluvias inundaron cultivos completos.
En el caso de los municipios de la zona norte, en las más de 120 mil hectáreas donde se siembran cítricos, hay severas afectaciones. Y en la sierra de Papantla, en las partes altas, se siniestraron miles de matas de café y vainilla.
En la zona centro del estado también se registraron afectaciones relevantes en municipios como Actopan, Jilotepec y Xalapa, donde se reportaron daños a cultivos de maíz y chayote, principalmente.
En virtud de lo anterior, se vuelve relevante el anuncio que apenas el pasado 08 de julio hiciera el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez quién acompañado por el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPA), Evaristo Ovando Ramírez,
dio a conocer la contratación del Seguro Agrícola Catastrófico 2021, que cubre 148 mil hectáreas de cultivos anuales como maíz, frijol, arroz y soya, en 177 municipios con mayor incidencia de desastres por eventos meteorológicos.
Esta acción de gobierno revela la importancia de la cultura de la prevención y previsión, toda vez que la actividad agrícola es sumamente vulnerable a los embates climatológicos, más aún, en zonas costeras como la nuestra, donde somos susceptibles de recibir embates de ciclones tropicales cada vez más potentes y dañinos, como consecuencia del cambio climático, sin embargo, definitivamente no es suficiente. El diseño de políticas públicas eficientes y efectivas en esa materia deberá, necesariamente, fortalecer la economía de los productores con programas de comercialización y desarrollo de mercados que permitan crear fondos de previsión o contratación de seguros catastróficos adicionales.
Sin embargo, no todo el panorama es negativo, ya que diversos estudios indican que, con el agua de lluvia las presas se llenan y los acuíferos se recargan, facilitando con ello la existencia de agua para la agricultura, la generación hidroeléctrica y el suministro de agua potable.
Los huracanes son como los aires acondicionados para la atmosfera terrestre: estabilizan la temperatura desde el ecuador hasta los polos (sur y norte) convirtiéndose en reguladores naturales del clima. El movimiento de masas de aire caliente forma vientos que disminuyen la temperatura en los trópicos, de no suceder esto, la vida sería muy difícil en esta región. Además, los huracanes son una fuente importante de agua dulce para los continentes, gracias a las lluvias que los acompañan.
El beneficio e importancia para nuestro clima y para otros seres vivos pocas veces se menciona. Las selvas y los bosques dependen de la humedad ambiental y agua de lluvia para la producción de hojas, flores y frutos. Los animales silvestres, principalmente aquellos que comen plantas (herbívoros), se ven en serios problemas de alimentación si se prolongan las sequías. Por lo tanto, el aspecto nocivo de un huracán dependerá de la perspectiva que usemos; si bien no podemos menospreciar el impacto y afectación local, no debemos perder de vista sus beneficios a otras escalas.