Donde no cayó nada bien la decisión de postergar, una vez más, los desafueros de los diputados de Morena, Benjamín Saúl Huerta, y del PT, Mauricio Toledo, es en el gobierno de la Ciudad de México, a cargo de Claudia Sheinbaum, y en particular en la fiscal General de Justicia, Ernestina Godoy. Y es que resulta, nos dicen, que después de haber hecho todos los trabajos de investigación y entregado los expedientes para proceder al retiro de inmunidad, en el Poder Legislativo el tema se ha retrasado una y otra vez, con lo que cada vez crece más la idea de que alguien o algunos en la mayoría morenista pudieran estar protegiendo a los señalados, a pesar de que en ambos casos hay pruebas evidentes de sus graves comportamientos. La pregunta es: ¿habrá un intento de menospreciar o de retar a la fuerza política de la capital? Al tiempo. Publica «Rozones» de La Razón de México