Este viernes en Culiacán, Sinaloa, el presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo transgredió, otra vez, la veda electoral previo a la consulta popular del próximo domingo, sino que se aventuró a señalar que, como carga con su credencial de elector en la cartera, votará si encontraba una casilla en la sierra de Nayarit en su recorrido de supervisión de carreteras. Pero hay un pequeño detalle: de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), una persona sólo puede ejercer su voto en la casilla que corresponde a su domicilio, es decir, en este caso, la Ciudad de México. Así que quienes querían verlo votar por la consulta contra los ex presidentes, se quedarán con las ganas. A menos, claro, que las reglas diseñadas para todos los ciudadanos no apliquen, por alguna razón, para el Presidente de la República. Comenta «Bajo Reserva» de El Universal