• Con amplia trayectoria en la administración pública

 

  • Apasionado de la educación, fiel a sus principios y valores

 

  • Cuenta con experiencia para representar a la Atenas Veracruzana 

 

Susana García Parra/Entrevista/Primera de tres partes

 

Xalapa, Ver., 31 de mayo de 2021.- Apasionado de la educación, fiel a sus principios y valores, así es Rafael Hernández Villalpando, el candidato a la diputación federal del distrito de Xalapa, por el partido Morena.

En entrevista exclusiva para Golpe Político, contó un poco de la historia de su vida, la cual, ha estado principalmente enfocada al servicio público, “estoy convencido que nací para servir”, inició.

Nació en Xalapa, es hijo de maestros, estudió en escuela pública y comenzó a trabajar desde muy joven en un taller mecánico y una carnicería, hasta que, en edad universitaria, eligió la carrera de Derecho en la Universidad Veracruzana (UV), aunque se quedó con ganas de aventurarse a las Ciencias Políticas y Cinematografía.

Concursó para lograr una beca y así continuar sus estudios en Italia lo cual logró; a su regreso a México, tocó algunas puertas y comenzó a laborar en la administración pública.

Amplia trayectoria en administración pública

Entre sus primeros trabajos, recordó que laboró como secretario auxiliar (1975-1976) del entonces gobernador de Veracruz, Rafael Hernández Ochoa, y posteriormente se fue a la Ciudad de México donde fue nombrado Director de Desconcentración Territorial de la Administración Pública Federal (1976-1978). También colaboró en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (1978).

Años después volvió a Xalapa para ocupar cargos como Secretario Académico (1987-1988), Subsecretario de Gobierno (1989-1990) y Rector de la UV (1991-1992), finalmente llegó la oportunidad que cambiaría su vida: ser candidato a la presidencia municipal de la ciudad, “era un sueño casi imposible”.

Aseveró que ya era un hombre conocido por su trabajo en la administración pública, por lo que decidió caminar por las casi 300 colonias que tenía en ese entonces la capital para hablar de su proyecto de oposición.

“En aquel entonces las leyes te permitían ingresar a las instituciones de gobierno, tanto federales como estatales y municipales. Me metí al Seguro Social, al Palacio de Gobierno donde oficina por oficina hablé del proyecto. Me metí también al palacio municipal, Finanzas, Universidad Veracruzana y todos los barrios los recorrí”, recordó.

Primer alcalde de oposición de Xalapa

Incluso, se subía a los camiones del servicio urbano con un megáfono, y aunque algunos lo veían con incredulidad, empezó a ganar simpatía. Su principal psicología era tener en mente que iba a ganar, y así fue el primer alcalde de oposición de Xalapa en 1998.

Recordó que fue un alcalde de tiempo completo que enfocó principalmente su administración en apoyar la educación. Durante su gestión, implementó la entrega de desayunos escolares en las escuelas, ya que ante la falta de alimentos, “los niños se dormían en clase”. El recurso para la compra de los alimentos salió de la iniciativa privada con la que logró congeniar.

“Llegué a dar 15 mil desayunos diarios en las escuelas. Hice mucha obra pública, abrí muchas colonias, hice caminos, abrí brechas, pero comencé a tener conflicto con el gobernador porque quería constituir tránsito y vialidad municipal. Lo solicité políticamente y me lo negaron, por eso puse una controversia constitucional en la Suprema Corte y gané”, mencionó.

Superando obstáculos

Desde ahí comenzó su calvario, ya que aunque su administración estaba concluyendo bien y ya se le veía con miras a alcanzar la gubernatura de Veracruz, buscaron la manera de sacarlo “de la jugada”.

“Me acusaron de bigamia, crearon testigos falsos, me acusaron, terminé en el Congreso porque me hicieron un juicio de procedencia, procedió, era una vil mentira, lo que querían era bajarme de donde me encontraba y lo lograron”, recordó.

Admitió que le comenzaron a “preparar otros delitos”, por lo que tuvo que irse. Salió por parte de atrás de su casa, “no salí en la cajuela como dijeron por ahí, fue en el asiento de atrás, me puse un sombrero y salí a Córdoba, de ahí a México y de ahí a todas partes”.

4 años y medio fue el tiempo que tuvo que mantenerse alejado de Xalapa, hasta que uno a uno los juicios en su contra fueron cayendo y pudo volver, aunque trató de ser alcalde de nuevo nadie le dio la oportunidad así que volvió a trabajar en el área de la educación, hasta que decidió volver a servir por medio de un cargo de elección popular: diputado federal. Continuará/Primera de tres partes…