Por cierto, la campaña de Dulce María Méndez de la Luz Dauzón parece globo desinflado. La diputada federal plurinominal ya se dio cuenta que no es lo mismo creerse la mejor legisladora y conseguir un escaño gracias a la intervención de sus padres, que pedir el voto y caminar la demarcación electoral. De gestiones a favor de la ciudadanía mejor ni hablamos.