Este domingo empezaron su recorrido electoral los candidatos a las diputaciones federales. 

Todos presumiendo honestidad, congruencia y estoicismo. 

Pocos, con demandas reales que podrán cumplir. 

Durante su caminar los candidatos buscaran hacer llegar su mensaje y motivar a los electores para que voten por ellos o por su partido. 

Las campañas electorales se advierten en campañas de desprestigio, las cuales irán ganado día a día terreno en las redes sociales. 

Sin temor a equivocarnos la calidad de las campañas políticas se habrá de convertir en un tiradero de lodo, por lo que se aprecia se recurrirá a tácticas poco éticas para desacreditar a otros candidatos o para perturbar el proceso, eso ya se vio. 

No se dude que los defectos o actos inmorales del opositor sean los protagonistas en estos días, muchos de ellos van a saber cosas propias jamás imaginadas. 

Eso es lo triste. 

El descredito será esencial. 

Qué pena. 

Lo anterior se puede anticipar por el estilo propio de algunos candidatos y candidatas, por la dinámica con la que se han venido manejando algunos partidos políticos, y también por la facilidad con que se siembra una noticia falsa a partir del uso de las redes sociales. 

Reiteramos, las redes sociales también habrán de jugar un papel bastante importante. 

La adicción a ellas ha orillado a que, cualquiera que busque hacerse popular en dichas redes debe buscar como atraer la óptica del electorado de manera constante. Actualmente llamar la atención es la urgencia de todo candidato, ya no es el mensaje, no es la propuesta, es llamar la atención lo que les importa; que los voltees a ver eso ambicionan.  

Muchos están ciertos que la guerra sucia es un recurso efectivo, saben que desacreditando al opositor ganaran adeptos. Pero, lógicamente, no debe ser el recurso más importante en la campaña política, ya que, de convertirlo en lo primordial, los candidatos se estarán centrando en crear mensajes para convencer por qué no votar por el adversario en lugar de porque sí votar por él o ella. 

Tal parece que serán campañas para generar miedo o enojo y no para crear esperanza, que es lo que necesitamos hoy más que nunca. 

Con campañas negras procuraran causar el mayor daño mediático posible para dejar indefenso al adversario político, acusaciones que en muchas de las veces no están sustentadas. 

Difícilmente los candidatos van a sumar la capacidad, experiencia y liderazgos en su andar proselitista. Muchos de ellos carecen de la experiencia, no saben escuchar y, lo peor, ya se sienten triunfadores. 

La inmensa mayoría olvida que el objetivo es generar un proyecto en bien de sus futuros representados y para lograrlo cada candidato debe poner de su parte y buscar las soluciones, caminar en unidad mostrando congruencia.  

Sobra repetir que se vive un momento el cual amerita que se piense en el bien común, dejando de lado la guerra sucia, eso en nada va a ayudar.  

El compromiso que deben asumir las y los candidatos es hacer una campaña con estricto apego a la normatividad, a la legalidad, consciente, cuidadosa y propositiva, respetando a los adversarios y siempre pensando en el bien común.  

Lo ideal es evitar acusaciones falsas, confrontaciones y desgastes, ya que, por supuesto, eso no abona nada bueno. 

A partir de la voluntad de las y los candidatos, y de los partidos políticos, se puede tener un proceso limpio, justo, imparcial, para bien del electorado veracruzano.  

Provecho. 

“VERACRUZ VA”-PRD

El total, 93 son los municipios en los que dicha coalición “Veracruz Va”, habrá de abanderar a sus candidatos para la presidencia municipal. 

El partido de la Revolución Democrática encabezará los municipios de Tihuatlán, Huayacocotla, Coatzintla, Papantla, Ixhuatlancillo, Mariano Escobedo, Catemaco, Chicontepec, Mecayapan, Yecuatla, Jesús Carranza, Tlacolulan, Texistepec, Juchique de Ferrer y San Andrés Tuxtla. 

De igual forma Camerino Z. Mendoza, Zongolica, Santiago Tuxtla, Acayucan, Poza Rica de Hidalgo, San Rafael, Banderilla, Chumatlán, Coscomatepec, Otatitlán, Ángel R. Cabada, Ixhuatlán del Sureste, Apazapan y Espinal. 

Bien por la actual dirigencia, encabezada por Sergio Cadena, ya que ha hecho un trabajo sin precedentes, un quehacer que no tiene desperdicio.