A una de las viudas del ex secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong,  le acaban de inventar un cargo en la sede estatal priista. 

La ex conductora de televisión es una mujer con suerte. Fue coordinadora de radio en la campaña para diputado de Javier Duarte y también coordinadora juvenil en el caminar proselitista a gobernador de Fidel Herrera. 

Bueno, pues ahora la bella dama es la coordinadora en todo el territorio veracruzano de eso que el entenado político de Yunes Linares, el tal Marlon Ramírez, le ha dado por llamar “Recupera”. 

La espigada dama, ladina como es, no tuvo empacho alguno en pronunciar un muy desgastado discurso en su toma de protesta. 

Sí, la porteña fiel a su estilo y su costumbre recurrió una vez más a la arenga, a las frases trilladas, desgatadas, estériles, como su trabajo. 

Quien no se midió fue el presidente del CDE del tricolor veracruzano, el tal Marlon Ramírez Marín, ya que, se dice por instrucciones de su patrón, el  choleño, Miguel ángel Yunes Linares, reconoció la experiencia, el trabajo, y la trayectoria profesional de la diputada Anilú. 

También se atrevió a subrayar que Ingram Vallines, habrá de aportar su trabajo y esfuerzo en la recuperación de la confianza de la ciudadanía. 

Por favor. 

El arribo de Ana Guadalupe no es sorpresivo, la andan placeando para después hacerla aparecer como candidata a una diputación local y así justificar su regalo ya que la curul le será obsequiada, será por la vía plurinominal. 

Sobra decir que Ingram Vallines es una aliada de los Yunes linares- Márquez, por lo que no se dude que, junto con Marlon Ramírez, venga a trabajar para “Miguel Chiquito”, para la causa yunista, pues como ya es sabido el ex mini gobernador y el ex gobernador de Hidalgo son compadres y entre el hidalguense y la hoy «recuperada» priista, se dice, los unió un atormentador romance a grado tal que ella presumía traerlo a sus pies, «él hace lo que yo le digo». 

No cabrón, al fin jarocha.  

Lo cierto es que el ex titular de Gobernación es un avezado político por lo que, haciendo creer a la ex reina del carnaval porteño, se mostró inocente cuando en realidad solo está utilizando a la legisladora federal para llevar agua al molino del compadre. 

A Ana Guadalupe le persigue un pasado escabroso, pues recordemos que fue señalada por un grupo de legisladores federales de formar parte de una red de corrupción de estancias infantiles, favoreciéndose ampliamente de este programa siendo delegada de SEDESOL en la entidad. 

En su momento fue la representante popular federal de Morena, Rosalba Valencia Cruz, quien, como presidenta de la comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia, sin mayor empacho sostuvo que “se están integrando las carpetas, pero les puedo proporcionar un nombre, y es ahorita diputada federal, Anilú Ingram; ella es una de las implicadas en esta red de corrupción”. 

De lo anterior quien cree que la salvó, le atino, el político hidalguense. 

Su papel como delegada de SEDESOL en Veracruz fue calificado como denigrante. 

Pero eso no es todo, la priista está acostumbrada a dejar los cargos de elección popular tirados, ya que desistió a su obligación como diputada local para buscar una representación federal por el distrito XII, aun cuando, en mayo de 2013, firmó ante fedatario público el juramento de responder a la confianza depositada en las urnas hasta el último día, responsabilidad que concluía en 2016. Compromiso que le valió madre, no lo cumplió. 

Quien, en esta nueva encomienda, hace mancuerna con «Mala Copa» entiéndase, Anilu Ingram, es “El  Toluco”, Jorge Alejandro Carvallo Delfín ese binomio, junto en el tal Marlon Ramírez Marín, vienen a insertarle el último clavo al ataúd tricolor.   

Por cierto, fue en 2014, el último día del mes de marzo, cuando, la ahora “Procura” siendo presidenta del Congreso local, hizo público su cambio oficial de nombre, de Ana Guadalupe a Anilú Ingram Vallines,  con un trámite exprés el cual solo le ocupó escasos 35 días. 

Admirable, verdad. 

Lo grave de todo esto es que el dueño de ‘La Chingada», un tal Manuel López, les permita una ensanchada impunidad, actuando a su albedrio, tanto los Yunes Linares- Márquez, cómo la «Mala Copa» de Anilu. 

Cosas de la política. 

Provecho.