Nuestro país ocupa el decimotercer lugar mundial en número de contagios y se conserva como el cuarto del orbe con más defunciones por la pandemia. 

Apenas el pasado sábado nuestro país ya tenía un acumulado de 179 mil 797 fallecidos debido al de Covid-19. 

Lo anterior de acuerdo con cifras oficiales. 

Números públicos precisan que en las últimas 24 horas se registraron 832 muertes por Covid-19, además de 7 mil 785 nuevos casos.
La pandemia ha rebasado el pronóstico optimista que había dado a conocer el subsecretario de Salud de México, Hugo López Gatell, al señalar que en números catastróficos serian 60 mil los muertos los que se tendrían al final de la plaga. 

Dígito que para nada se parece a la actual. 

Es de resaltarse que los últimos meses se han perfilado como los peores de la pandemia en tierras mexicanas, pues se ha observado cómo los contagios, hospitalizaciones y muertes causadas por complicaciones de la enfermedad se agravan. 

En algunos rankings internacionales nuestro país ha obtenido los últimos lugares en cuanto al manejo de la crisis sanitaria. 

Especialistas han dado a conocer que México sí ha logrado ubicarse en la peor posición dentro de las 53 economías consideradas como las más preparadas para enfrentar la contingencia. 

No es producto de la casualidad el que Brasil y México, los dos países más poblados de América Latina, tienen en común gobiernos de líderes populistas que han minimizado activamente la amenaza del COVID-19, desestimado el uso de cobre boca, ambos se opusieron a los confinamientos generales. 

Como se puede apreciar la población debe poner mucho de su parte, debe cuidarse, el gobierno que encabeza el señor López no ha sabido manejar adecuadamente la pandemia. 

La administración que encabeza el dueño de “La Chingada”, pretende vacunar a sus casi 130 millones de habitantes con un plan que ya está en marcha y cuya culminación está prevista para marzo de 2022. 

Ahora millones de mexicanos estarán todavía felices como diría el tabasqueño. 

Por favor, vaya cinismo. 

Que escasa progenitora.