Tontín solo piensa en su sector, en los de su estirpe.

Para el nieto del finado empresario solo tienen importancia los hombres del dinero, la clase empresarial, esa que tiene con un pie en el cuello a la clase obrera.

Ahora, de nueva cuenta, en épocas lectorales, le brota de manera natural por los poros lo altruista, lo magnánimo.

Por favor, nada más falso que el actuar momentáneo de este prostituto político.

Velasco Chedraui no es otra cosa que un auténtico arribista, un empresario metido a político que se presta a todo con tal de alcanzar el poder político.

David sólo le importan los empresarios. Se preocupa de los que comen bien, los mejores manjares.

Por lo que se aprecia “tontín” no es muy dado a leer, ya que de lo contrario ya estuviera enterado de la felpa que el politólogo tuxpeño lnocencio Yáñez Vicencio, en días pasados les pone a los empresarios.

No olvidemos que en ese sector solo piensan en ellos y el pueblo que se joda. Ellos viven para la ganancia, para engrosar sus cuentas bancarias, siempre andan chillando que no tienen recursos, se la viven amenazando que van a bajar la cortina.

Sobra decir que para ellos un excelente gobierno es el que más y mejor les sirve, aquel que les complace todo o el que más impuestos le condona.

Hasta hace unos meses se la pasaban alardeando que eran ellos los que generan la riqueza.

Vaya mentira, hay que repasar el texto del economista del Politécnico, donde muy claramente subraya que la riqueza la producen los trabajadores. Los empresarios se quedan con la mejor parte, con la cereza del pastel, todo gracias a las leyes que legalizan tan voraz atraco.

Sobre recordar que el empresario jalapeño fue un auténtico títere de Fidel Herrera, al cuenqueño le debe su llegada a la alcaldía, acto que fue tomado por la clase política veracruzana como una autentica imposición del “Tío Fide”.

Quien no recuerda su paso por la presidencia municipal xalapeña, trienio el cual muchos califican como uno de los peore.

El trienio de David fue señalado de ineficiente, corrupto e indiferentes con la sociedad más necesitada, con los que menos tienen.

Muchos actores políticos coinciden que Xalapa vivió, con Velasco Chedraui, el peor gobierno municipal de la historia, gracias a que nunca se había visto una situación similar por falta de un plan de desarrollo.

David fue un alcalde que no supo gobernar, que no supo administrar y se aventó al ruedo sin la capacidad para atender, mucho menos resolver, las problemáticas de los ciudadanos de a pie, de los que se trasladan en servicio urbano, de los que sobreviven, dedicándose a gobernar para la clase pudiente, la empresarial.

Con varios años fuera de los reflectores políticos e ignorando totalmente a las clases populares, fiel su estilo y a su costumbre, ahora reaparece mostrando su ambición política, su avidez por el poder, valiéndole madre todo, pues creció acostumbrado a hacer su capricho.

El junior ese siempre ha vivido del apellido, por lo que, sin pensarlo dos veces, de nueva cuenta, en su incursionar político se cuelga de la marca, de esa trayectoria tan honorable que forjó su abuelo, el cual sí trabajaba.

Otro de sus oscuros pasajes es aquella triste actuación como legislador local misma que fue insípida, tibia, mediocre, donde fue otro más del corral. La parte admirable de su actuar parlamentario fueron sus grandes aptitudes para levantar el dedo y cobrar la dieta.

David Velasco es el vivo ejemplo de lo que son los empresarios, los hombres del dinero. Los explotadores de la clase obrera.

Así de sencillo.