* La organización elabora un plan de resguardo al entorno natural más completo que el de la ONU, con miras a la COP15 de Diversidad Biológica, que se realizará en Kunming, China

Crónica

A diferencia de años anteriores, en los que la ONU declaraba un tema en especial para un año en específico donde se llevarían a cabo celebraciones y la visibilización de temas importantes para la humanidad, hace diez años se propuso lanzar una campaña y programa de trabajo para toda la década enfocado a la conservación de la biodiversidad. Fue declarada la Década de la Biodiversidad.

Sin embargo, las metas planteadas entonces no se cumplieron, como anunció la ONU a finales del 2020. El informe Global Biodiversity Outlook 5 de la ONU señala que en 2020 que el mundo no cumplió ninguno de sus objetivos de biodiversidad de la década anterior, dedicada a este propósito, y señala que sólo seis de las 20 metas propuestas fueron parcialmente alcanzadas.

Junto con el cambio climático, la pérdida de biodiversidad es uno de los temas más urgentes para la humanidad, una muestra de ello, es que a consecuencia de  ambos se produjo la pandemia por COVID que persistirá a lo largo de 2021.

Hace unos días, la conservacionista Julia Carabias dijo en una videoconferencia para la UAEM que la pandemia por COVID es un gran tema y deja lecciones que deberemos aprender para afrontar los siguientes temibles retos para la humanidad: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. “Son situaciones que se expresarán de manera distinta, pero con consecuencias semejantes”, puntualizó la miembro de El Colegio Nacional.

Debido a que la mayoría de la población mundial vive en ciudades, su percepción de la degradación de la naturaleza no es proporcional al desastre real ni ha recibido la atención generada en temas de calentamiento global y cambio climático, sin embargo, la pérdida de biodiversidad y de ecosistemas es brutal. De acuerdo al Informe Planeta Vivo 2020 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) las poblaciones mundiales de vida silvestre han sufrido en promedio una reducción de dos tercios en menos de medio siglo. A su vez, tres cuartos de toda la tierra y dos tercios de los océanos han sido alterados significativamente por acciones humanas.

El documento de Naciones Unidas “Perspectiva Mundial sobre la Diversodad Biológica” que “ha demostrado de manera inequívoca que el conjunto de pai?ses no ha logrado cumplir plenamente con ninguna de las metas de Aichi”, es decir, los objetivos planteados para la década 2011-2020 firmados por los países dentro de la Convención de Diversidad Biológica de la ONU. “El informe concluye que la causa de este fracaso es la falta de compromiso”, recuerda la WWF y señala que sin avances importantes en urgencia y ambición, “se corre el riesgo de que el periodo 2021-2030 sea otra década perdida para el planeta”.

No podemos permitirnos otra década perdida para la biodiversidad”, señala Marco Lambertini, director de WWF Internacional. “Muchos ecosistemas como los arrecifes de coral y los bosques tropicales se están acercando a puntos de inflexión y un millón de especies están amenazadas de extinción”. Agregó que la pérdida de la naturaleza aumenta el riesgo de pandemias, acelera el cambio climático, socava la seguridad alimentaria e hídrica y pone en riesgo nuestros sustentos.

“Es hora de que los líderes cumplan con las personas y el planeta. Necesitamos un ambicioso acuerdo de biodiversidad que restablezca nuestra relación con el mundo natural y ofrezca un futuro positivo para la naturaleza”.

UN PLAN AMBICIOSO.

Es por ello que la WWF presenta una propuesta a través de un documento llamado “Plan Kunming para la naturaleza y las personas”. Las negociaciones sobre el borrador del plan de biodiversidad de la ONU comenzaron en 2019, sin embargo, se pospusieron por la pandemia de COVID. El plan final negociado está programado para ser adoptado en Kunming, China, este año dentro de la Convención de Diversidad Biológica (COP15).

El documento de la WWF presenta propuestas de objetivos y metas que impulsarán “el necesario cambio transformador, incluyendo una reorientación drástica de los fujos financieros enfocada a conseguir un impacto beneficioso para la naturaleza. “También propone un mecanismo de implementación para mejorar significativamente la transparencia y la rendición de cuentas”, señala el documento.

La WWF elaboró su propio documento después de considerar que, hasta ahora, las metas de la ONU son ni ambiciosas ni lo suficientemente completas como para abordar la crisis mundial de la naturaleza.

“Para WWF es necesaria y alcanzable la misión de detener y revertir la pérdida de biodiversidad de modo que logremos un mundo positivo para la naturaleza al 2030. Por lo tanto, los países deben aumentar el nivel de ambición en el borrador del plan de la ONU, al mismo tiempo que garanticen que los impulsores de la pérdida de la naturaleza sean abordados, incluyendo las prácticas agrícolas insostenibles y la deforestación. Los esfuerzos para conservar y proteger los hábitats naturales en la tierra y el mar, junto con las iniciativas para proteger y recuperar las especies, deben complementarse con el objetivo de reducir a la mitad el impacto de todo lo que el mundo produzca y consuma en la próxima década”.

De acuerdo con la WWF el nuevo plan debe abordar el impacto negativo de las finanzas sobre los recursos naturales, alineando los flujos financieros con las prácticas positivas para la naturaleza y eliminando incentivos dañinos, incluyendo los subsidios perversos. “WWF pide a los países compromisos específicos sobre estos temas para establecer metas ambiciosas en otros elementos esenciales del marco, incluyendo acciones de conservación directas y la transformación de los sectores productivos que causan pérdida de naturaleza”.

De acuerdo con Guido Broekhoven, Jefe de Investigación de Políticas y Desarrollo para WWF International, citado en un comunicado de la organización, el borrador del plan de la ONU contiene elementos necesarios para abordar la crisis de la naturaleza, pero corre el riesgo de ser ineficaz si no se incluyen componentes esenciales, como el objetivo de reducir a la mitad nuestra huella ecológica, y un mecanismo de implementación que fortalezca la transparencia y la rendición de cuentas.

“El reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales también es fundamental. Necesitamos con urgencia que los líderes expresen su apoyo a la acción intersectorial para transformar los impulsores de pérdida de la naturaleza y movilizar fondos de manera adecuada, agregó Broekhoven. “Los países deben intensificar tanto su urgencia como su nivel de ambición, asegurando que el borrador del acuerdo llegue a Kunming con los componentes necesarios para lograr un mundo positivo para la naturaleza», agregó.