Hablando de los más de 12 mil solicitantes, a quien dejaron fuera de todo lo que tenga que ver con Ayotzinapa fue a Felipe de la Cruz, quien fungió desde hace seis años como vocero de las familias de los jóvenes desaparecidos. Y es que, dicen, los padres no le perdonan que los haya utilizado para hacer carrera política, además de reprochar que a él ni siquiera le desaparecieron a un hijo, pues el suyo fue de los que sobrevivieron. Se comenta, sin embargo, que para Felipe no está todo acabado, pues de ganar aprovechará la máxima tribuna federal para exigir justicia por los normalistas, pero mientras que son peras o manzanas, los padres ya no lo quieren ver ni en pintura y ya hasta rechazaron que se acerque a las marchas y movilizaciones. Ya lo botaron y lo vetaron, nos aseguran..   |   Se lee en “Rozones” de La Razón.