La cuesta de enero va para largo.

Dicha rampa habrá de durar varios meses.

Esto es la primera estocada de la Cuarta Transformación en este 2021, al pueblo, ese que según el señor López está feliz, feliz.

Vaya descaro.

Como ya estamos todos enterados a partir del 1 de enero, los cigarros, refrescos y gasolinas subieron de precio debido a la actualización por inflación en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

El aumento será de aproximadamente 3.33% en promedio en el costo de dichos productos en relación a los precios vigentes hasta el pasado 31 de diciembre del 2020.

Por lo que, sin lugar a dudas, el incremento del 15 por ciento al salario mínimo se convierte una providencia de bajo impacto.

El reajuste de dicho gravamen en tales productos es el inicio de la escalada de precios a productos de la canasta básica, con serios incrementos en sus precios.

Sí, así como lo leyó.

Este reajuste no es otra cosa que un aumento de impuesto disfrazado que dará luz verde a una escalada de precios en los productos de la canasta básica, por lo que verán incrementados sus precios las frutas y verduras, la azúcar, el frijol, las medicinas, las carnes, los lácteos, abarrotes, los de limpieza, transporte, cerveza y productos de aseo personal.

Sobra decir que en año pasado algunos productos de primera necesidad llegaron a incrementar de manera considerable su valor.

Lo que no nos quiere decir el dueño de “La Chingada” es que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios es un gravamen que se paga por la producción y venta o importación de diversos bienes. Es una carga indirecta; es decir, que lo pagan los propios consumidores y no directamente los contribuyentes.

Lo curioso es que, a principios del pasado mes de septiembre en el Senado, la bancada de Morena, presentó una iniciativa para aumentar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios tanto a la comida no básica con alta densidad calórica como a las bebidas azucaradas.

Dicha propuesta fue exhibida por el senador oaxaqueño Salomón Jara Cruz.

En su exposición de motivos, según el paisano del Benemérito de Las Américas, los incrementos habrían de generar recursos adicionales mismos que el gobierno del señor López, los pueda destinar a diversos rubros como son ensanchar la accesibilidad y disponibilidad de agua potable; vigorizar las políticas para promover un cambio hacia el consumo de bebidas y comida saludables; mejorar la atención en salud; e iniciar cambios en la agricultura e industria hacia comidas y bebidas saludables.

No totol.

Se brincó la barda el paisita.

Sin lugar dudas que el impacto de la pandemia del coronavirus, pese a la llegada de las vacunas, es el marco de esta cuesta de enero, que tendrá efectos negativos mismos que se prolongarán hasta el cuarto o quinto mes de este 2021.

Lo bueno que el pueblo está FELIZ, FELIZ, FELIZ.

No será que el señor López ya es “elefante echado, reumático y mañoso… Y hay que pararlo y empujarlo entre todos”.

Provecho.