Nada de alcahueterías.

El ex secretario de Turismo de Veracruz, Harry Grappa Guzmán, debe ser llamado a cuentas, pero en serio nada de teatros ni distractores.

El entenado político de Javier Duarte siempre presumió, a través de su empresa CRI Congresos y Convenciones SA de CV, que él podía conseguir cualquier permiso para la realización de eventos en Boca del Río y Veracruz.

Se jactaba de eso y más. Siempre mostró valemadrismo. Era burlón.

Pero que tal ahora que fue sentenciado a pagar más de 8 millones 525 mil pesos como responsable de provocar un daño patrimonial en su paso por dicha dependencia y ya siente la lumbre cerca de las criadillas, no se da abasto tramitando amparos contra órdenes de aprehensión que tiene en su contra.

Dichos desvíos fueron detectados por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) luego de que la Secretaría otorgó contratos por adjudicación a la empresa fachada “Campimend Comercializadora, S.A. de C.V.”
Tratando de alargar el caso, mediante amparos ante la justicia federal, ha conseguido demorar los pagos, llevando ahora su asunto ante un Tribunal Colegiado en Materia Administrativa.

Recordemos que Grappa Guzmán fue uno de los más y mejores beneficiados en la administración del hoy recluso Javier Duarte, así como también daba rienda suelta a las excentricidades, gracias al extenso poder que tenían, junto con varios de esa camarilla.

Quién no recuerda esos negociazos que protagonizaba el famoso Harry con la renta, al gobierno duartista y parte del fidelista, de sus más de cien camionetas Suburbans a razón de dos mil pesos diarios.

Pero eso no es todo, de igual forma se encargaba de organizar los eventos privados y oficiales del ex mandatario veracruzano, donde, se dice, corría de todo y sin escaseces.

Nada de chingaderas la abundancia, según ellos, se la merecían.

Es de resaltarse que Grappa Guzmán fue uno de los muchos funcionarios duartistas que logró hacerse de su “casita” en Woodlands, un suburbio de lujo al norte de Houston que acoge a cientos de personajes millonarios que disfrutan de seguridad y servicios y trabajan en México.

Para acabar pronto, Woodlands es el oasis de los acaudalados mexicanos y de profesionales de alto nivel en Texas.

De acuerdo con la sentencia definitiva de la Sala Superior del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa, Harry Grappa Guzmán es responsable del desvío de 5 millones 500 mil pesos de la Secretaría de Turismo, junto con otro funcionario que fungió como Jefe de la Unidad Administrativa.

Provecho.

OMAR MIRANDA

Vaya que es chusco este panista.

Le cuento.

Este comediante metido a político, sin mayor empacho, resalta el apremio que debe imprimirle el gobierno en lo que refiere a la puesta en marcha programas, estrategias y acciones que promuevan la participación de los jóvenes en la vida pública de Veracruz.

La urgencia es que Omar Guillermo, asuma su papel parlamentario de manera seria, con responsabilidad. Que se deje de bufonadas, de sandeces.

El legislador local no ha sabido asumir con formalidad su papel de coordinador de la bancada panista, no ha mostrado tamaños para ser oposición, de la docena de diputados que tiene dicha fracción en el congreso veracruzano cada quien jala por su lado, todos los ignoran, sus allegados precisan que de mediocre no lo bajan y de inútil lo tildan.

La más reciente muestra de lo anterior quedó plasmada en la aprobación de los nuevos magistrados. Cada uno llevó aguas a su molino, ni de florero de pasillo sirvió Miranda Romero.

Por lo que se aprecia Alejandro Vázquez Cuevas, “El Pipo” no lo supo guiar en esto de la política.

El mozo de estoques de César Leal Angulo, aprendió bien pero su alumno, Omar Guillermo, salió todo un cuadrúpedo.

De nada sirvió el cobijo que en sus inicios le proporcionaron Roberto Arandia “El Rojo” y Rafael Torio. Muchos panistas recuerdan a Omar Guillermo deambulando por los cubículos de la sede estatal del blanquiazul ofreciendo sus servicios de serigrafía y publicidad impresa ya que era propietario de una pequeña empresa, comercio que más adelante, con tal de ingresar a la política, pone al servicio de dicho partido, regalando material propagandístico.

Para lo que sí mostro aptitudes fue para las encerronas, para los bacanales que junto con Vázquez Cuevas protagonizaban en discretos lugares.

Un céntrico café de esta ciudad capital fue testigo fiel de las borracheras que se enfundaban.

Por cierto, la mañana de ayer miércoles en una plaza del sur de la ciudad fue a recibir órdenes de su compañero de bancada, Sergio Hernández.

A ambos se les vio “platicando” en conocido restaurante de Plaza Magno. Espacio donde a Omar Guillermo solo se le observaba como asentía con la testa las instrucciones de “He Man”, perdón, de Sergio Hernández.

Pobre Mirandita, puras lastimas anda causando.