Con la noticia de que se pospone el Gran Premio de México de la Fórmula 1, y que esto ocurre por la realidad que provoca actualmente la pandemia por el Covid-19. Qué lejos se ven aquellos días, nos aseguran, en los que un conflicto con trasfondo económico que se mezcló con argumentos “ideológicos” —en el que el extremo de la descalificación a dicho evento era tildarlo de “fifí”— amenazaba su realización. Hoy, a la luz de las condiciones que ha determinado la crisis sanitaria, la F1 aun cancelada, figura como un evento revalorizado ante los tremendos impactos que sufre la economía del país. Se pospone, por lo pronto, no sólo el espectáculo de la Gran Carpa, sino las posibilidades que abriría y que caerían como anillo al dedo si las circunstancias fueran más propicias para emprender la reactivación. Habrá que esperar un año, pero la F1 será vista seguramente de otra manera. Publica «Rozones» de La Razón de México