Los actos de corrupción no tienen para cuando acabar en la dependencia que encabeza Elio Hernández Gutiérrez. Y no vayan a pensar que es mi primo, como sucedió con la fiscal.

De entrada, este señor ha desplazado a las constructoras veracruzanas.

Las ha ignorado. Le ha valido madre incrementar con estas acciones el desempleo.

Externando argumentos muy enclenques el servidor público en mención desplaza la mano de obra local y enaltece a la foránea. Se entrega en cuerpo y alma a los extraños. En pocas palabras se empina solito.

Sin importarle la pérdida de fuentes de trabajo y el cierre de constructoras veracruzanas, Hernández Gutiérrez administra a su antojo la asignación de la obra pública, la entrega a capricho, a su utilidad, sin que haya poder humano que lo meta en cintura.

Pero eso no es todo, nos platican, que las “empresas fantasmas” también las está poniendo de moda, son de su extenso agrado.

Uno de sus operadores estrella es un tal, Ricardo Chafic Hákim Cancela, quien, hacia el interior de dicho negocio, perdón dependencia, hace las veces de director de Obras Públicas.

Bueno pues este señor, se sabe, es que de manera directa y muy discrecional ha venido operando unos “enlaces”, que no son otra cosa que los encargados de pasar la charola entre las empresas foráneas beneficiadas. Se maneja que es con este sujeto con quien, de manera puntual, se deben de reportar los empresarios de otras latitudes.

Entre la base trabajadora de dicha dependencia es un secreto a voces las encerronas que de manera continua tiene el titular y sus cercanos en un exclusivo departamento que un tercero tiene en renta, inmueble que, según se dice, es pagado con el dinero recaudado, producto de los moches entre la clase empresarial beneficiada.

En estos bacanales, nos informan, circula de todo, y todo, es todo.

Las abundancias y los lujos es algo a lo que Hernández Gutiérrez de manera muy inmediata se adaptó. Resultó tener muy buenas aptitudes para esto, pues la recaudación da para esos lujillos y más ya que se habla de una mesada superior al millón y medio de pesos mensuales.

Luego le platicamos de otro nefasto sujeto que también le sopla la nuca al titular de la SIOP, pues, se dice que él es quien se encarga de acercarle lo que más le encanta.

Vaya usted a saber.

Por cierto, hace apenas unas horas encabezada por su líder nacional, Héctor Montes Parra Rodríguez, la Unión General Obrera, Campesina y Popular (UGOCP) denunció al Secretario de Infraestructura y Obra Pública, por probables actos de corrupción.

El dirigente campesino se apersono a la sede de la Fiscalía General del Estado (FGE) para dar a conocer que la presunta corrupción y desvío de recursos en la dependencia, dio origen a que una menor de edad perdiera la vida, por lo que el funcionario debe dar una explicación cuando menos.

Le cuento.

En la región centro del estado, en Córdoba, una obra inconclusa, pero ya liquidada al cien por ciento, a cargo de la SIOP dio origen a un lamentable accidente el cual le costó la vida a una menor.

A decir del líder obrero y campesino dicha obra aún carece de alcantarillas y señalamientos que adviertan que se encuentra inconclusa por lo que el peligro de provocar otra desgracia es alto.

Por cierto, nos dicen que este señor sí es cabroncísimo, entiéndase Hernández Gutiérrez, ya que ha hecho lo que el virus no pudo.

Felicidades.