¿Acaso los trabajadores de la dirección de Fiscalización de la Contraloría General de Veracruz son niños chiquitos? Se entiende que su jefa es una déspota y que la titular sea insensible, sin embargo, la pregunta es: ¿no se pueden poner un cubrebocas y respetar la sana distancia sin que sus jefas les instruyan qué medidas tomar por la pandemia? A leguas se nota que no quieren trabajar. Punto.