“Escondida por los rincones, temerosa de que alguien la vea, platicaba con los ratones…” Así es el comportamiento de la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, quien hasta el momento no sabe cuando regresarán a clases los alumnos y no tiene ni idea de la fecha del examen de admisión. Pero no fuera para comprarse una mansión de doce millones de pesos, sí, leyó bien, de esa cantidad, porque en una situación así afila las uñas.