Manuela V. Carmona/ corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas

La Perla, Ver., 20 de mayo de 2020.- A casi dos meses de confinamiento por la contingencia sanitaria que se mantiene por el virus SARS-CoV2, la población del municipio de La Perla ya se encuentra desesperada por la situación económica, lo que les genera también ansiedad y estrés, expuso el presidente municipal Miguel Ángel Bautista García.

“Mira la realidad es que la gente ya está desesperada, ha sido ya demasiado tiempo ya más de dos meses que hemos estado aquí y ya se empezó a notar que la gente, pues hay cierta desesperación ya por la cuestión del trabajo y la cuestión de que los niños vayan a la escuela y el encierro, es un mundo totalmente diferente al que estamos acostumbrados”.

Señaló que entre los mismos habitantes se perciben síntomas de inquietud y estrés por el encierro y sobre todo porque en la mayoría de los hogares se han agotado los víveres y el dinero para la manutención.

“Todo esto, realmente vino a permear demasiado la economía de las familias y pues esperemos que muy pronto ya cambie. Nosotros tomamos unas provisiones como siempre y tenemos por parte del DIF de dar apoyo alimentario, tenemos alrededor de siete mil apoyos alimentarios que paulatinamente se están distribuyendo”.

Agregó que esta situación emocional dificulta un poco que las personas guarden las medidas que han dictado las autoridades a nivel federal, pero se insistirá en que guarden la distancia cuando salgan a las calles a comprar víveres y los que nada tengan qué hacer, se queden en sus casas.

Expuso que como autoridad municipal, se buscarán las maneras de poder ayudar a las personas que no tienen trabajo, pues todas aquellas que se empleaban en Orizaba como trabajadoras domésticas ya no fueron contratadas, y se entiende que los “patrones” no quieren arriesgarse en su salud y la de sus familiares, mientras que al cerrarse las centrales de abasto como el mercado Jamaica y Las Torres de Puebla, muchos productores de follaje y flor se vieron afectados.

“Los estamos ayudando porque la gente tiene que comer y tiene que tener algo en su casa, ahí tenemos a jovencitas y señoras que trabajaban como empleadas domésticas en Orizaba y la gente de Orizaba las desempleó por lo mismo, por su seguridad, y las familias desempleadas están desesperadas por los niños y la economía, no pueden salir y nadie se emplea”.