El Financiero

Suecia., 19 de mayo de 2020.- La respuesta muy cuestionada de Suecia ante la pandemia de COVID-19 fue dejar abierta gran parte de la economía. Aun así, el país ahora se dirige a su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.

La mayor economía de Escandinavia se reducirá 7 por ciento este año, dijo este martes la ministra de Finanzas, Magdalena Andersson.

Poco después de que ella habló, la oficina de la deuda reveló un aumento histórico de 30 veces en los préstamos para cubrir gastos de emergencia en medio de pérdidas récord de empleos. Por separado, una encuesta mostró que el 40 por ciento de las empresas en el sector de servicios de Suecia ahora temen la bancarrota.

Se ha especulado intensamente sobre el controvertido modelo de Suecia para combatir la propagación del coronavirus. Aunque el país ha visto considerablemente más muertes de COVID-19 que sus vecinos nórdicos, algunos teorizaron que al menos podría sufrir menos ‘dolor’ económico. Pero los últimos datos desafían esa idea.

Andersson precisó que su país ahora está viendo «una crisis económica muy profunda». También indicó que «la profunda recesión en la economía está ocurriendo más rápido de lo que esperábamos».

Marten Bjellerup, economista jefe de la oficina de deuda de Estocolmo, expuso que cree que a Suecia le irá «algo mejor» que a otros, pero reconoció que «la diferencia es marginal».

EL MODELO SUECO

Suecia dejó abiertas las tiendas, restaurantes, gimnasios y escuelas durante toda la pandemia, al tiempo que anima a los ciudadanos a usar el sentido común y seguir las pautas de distanciamiento y medidas sanitarias.

Pero la economía dependiente del comercio no ha podido resistir el choque global provocado por los bloqueos generalizados en otros lugares.

«La economía se verá limitada por la recuperación en el resto del continente dada su dependencia de la demanda externa», comentó David Oxley, de Capital Economics.

Aproximadamente la mitad del PIB de Suecia proviene de las exportaciones, y algunas de sus compañías más conocidas, como Volvo y Electrolux, han tenido que recortar miles de empleos a medida que la demanda se agota.

«El nuevo componente de pedidos del PMI de fabricación es consistente con un descenso deslumbrante en los valores de exportación en la segunda mitad de este año», explicó Oxley.

UNA ESTRATEGIA SOSTENIBLE

El Gobierno sueco ha dejado en claro que su estrategia contra la nueva cepa de coronavirus no se trata de poner a la economía por delante de la vida.

En cambio, el principal epidemiólogo, Anders Tegnell, afirmó que su enfoque es más sostenible cuando se aborda un virus que probablemente esté aquí a largo plazo.

La teoría de Tegnell es ampliamente aceptada por los suecos y ha ganado cierto apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Michael Ryan, que dirige el programa de emergencias sanitarias de la organización, destacó recientemente: «Si queremos alcanzar una nueva normalidad, Suecia representa en muchos sentidos un modelo futuro».

Pero por ahora, las experiencias de Suecia sugieren que podría haber pocos beneficios económicos al dejar abierta una economía durante una pandemia.

Cuando se le preguntó si Suecia podría ver un rápido repunte, Andersson, la ministra de Finanzas, aseguró que «eso no parece muy probable en la actualidad. Esperamos un escenario más prolongado».