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Esto ya lo he vivido. Eso es lo que debieron pensar Jesús Corona y Guillermo Ochoa cuando salieron a calentar al Estadio Azteca y se estrecharon la mano durante el calentamiento este fin de semana. Las dos leyendas de Cruz Azul y América se volvieron a enfrentar a puerta cerrada por la presencia de un virus, once años después de que lo tuvieran que hacer por la crisis sanitaria de la influenza.
Frente a frente dos de los mejores porteros de la historia reciente del fútbol mexicano. Jesús Corona, con 39 años, atraviesa una segunda juventud en el Cruz Azul, mientras que Guillermo Ochoa ha regresado para ser determinante y demostrar que a sus 34 años le queda cuerda para ser decisivo en la Liga MX.
El duelo en el que ambos fueron protagonistas recordó a otras grandes noches. Ochoa fue un muro casi infranqueable para la Máquina, intervino en seis de los siete remates entre palos de Cruz Azul y fue el héroe durante casi todo el partido. Lo hubiera sido si en el último suspiro Jesús Corona no hubiera evitado el gol desde los once metros de Emanuel Aguilera.
La gran actuación de los dos fue un déjà vú para el público por su extraordinario nivel, pero también lo fue para ellos. Los dos metas ya se enfrentaron a puerta cerrada en el Clausura 2009 por la presencia de una crisis sanitaria a causa de un virus.
Por aquel entonces lo que obligó a cerrar el Estadio Azteca fue la influenza y ambos guardametas atravesaban un momento dulce, algo que también ocurre en la actualidad. Ochoa era una joven promesa del América y Corona era una de las estrellas de los Tecos de Zapopan. Como en la actualidad, el duelo se lo llevó el Chuy, pero lo hizo por 1-2 gracias a los tantos de Carlos Morales y Mario Ortiz.