Lo que se esperaba. La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó que el surgimiento del nuevo coronavirus COVID-19 es ya una pandemia.

Una vez externado lo anterior la vida es otra, y al terminar el presente mes el giro habrá de ser más impetuoso.

La verdad es que no sabemos ni las repercusiones en materia de salud ni las implicaciones en la vida económica y social.

Según datos del órgano máximo en estas cuestiones son 116 países donde ya existe dicho virus y son más de 4 mil los muertos en todo el mundo.

Lo cierto y realmente peligroso es la pasividad de muchos países para contenerlo.

Aquí en tierra mexicana la Secretaría de Salud dio a conocer que para finales del presente mes podríamos entrar en la Fase 2 de transmisión del coronavirus, lo que comprenderá la dispersión comunitaria, en la que podrían verse afectados cientos de personas.

Las autoridades sanitarias consideran que, en un periodo de 15 días, el país presentará contagios entre ciudadanos a nivel local.

El escenario que hasta el momento concibe el gobierno federal es que el 80 por ciento de los casos podrían ser leves, el 14 por ciento graves y el 6 por ciento muy graves.

Para los versados en este tema el número de casos detectados hasta el momento en nuestro país bien podría manejarse algo así como “una broma”, ya que los casos confirmados podrían contarse hasta por decenas si se estuvieran realizando las pruebas que se hacen en otros países.

Ante dicho panorama no se dude que nuestras autoridades estén transitando en la penumbra.

 

UN DÍA DE UNIDAD – TSJ

El pasado miércoles en la sede del Poder Judicial se realizó el acto conmemorativo del Día Internacional de la Mujer “Un Día de Unidad”, espacio que contó con la colaboración de la Escuela Judicial del Estado y fue dirigido a las mujeres de las áreas administrativas y jurisdiccionales.

Entre las actividades destacan las ponencias de la Mtra. Edith Muñoz Limón, colaboradora de la Unidad de Género del PJEV; la de la Dra. Maria Lilia Viveros Ramírez, integrante del Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario que da seguimiento a la Alerta de Violencia de Género por Agravio Comparado en el Estado de Veracruz; y una conferencia de Lic. Sollabec Violeta Ceballos Díaz, coach de transformación humana.

Por cierto, sobra decir que las trabajadoras de dicho poder apoyaron la marcha del pasado día 9, pero como muy acertadamente señalan algunas de ellas en el ámbito donde laboran lo que se está reclamando es justicia y comparten esfuerzos con los manifestantes, se unen a la causa, pero sin dejar sus actividades laborales.

Otras más resaltan, y se ubican en todo su derecho, no estar muy de acuerdo con cierta forma de protesta. El sentir se puede expresar de otra manera. Por ello el ausentarse en la parte jurisdiccional sí afecta el buen desempeño de la dependencia, ellas cumplen como servidores públicos.

Y para concluir aquí le dejo el sentir de una trabajadora del Juzgado Décimo Segundo Especializado en Materia Familiar de Xalapa, “yo creo que deberíamos trabajar (el 9 de marzo) porque nosotras estamos impartiendo justicia o estamos ayudando a las personas a que lleguen a esa justicia. Si nosotras nos ausentamos de nuestras labores estaríamos dejando de hacer nuestro trabajo para ellos, para tener una vida mejor porque aquí en el juzgado vemos todas las cuestiones familiares”.

Buen por todas ellas.