Si con esa rapidez como aprehendió al hermano del diputado desaforado, la improvisada Fiscal General, Verónica Hernández Giadáns, detuviera a cientos de delincuentes que viven en la impunidad, seguramente la procuración de justicia en Veracruz sería una realidad. Sin embargo, no se le pueden pedir peras al olmo. ¿O sí?