Vaya transformación que ha sufrido el prelado, todavía recordamos aquellos ayeres cuando férreamente defendía a los migrantes, dejaba la salea en el alambre por ellos, hoy en día no es otra cosa que un oficioso vocero del tabasqueño.

Da vergüenza presenciar su metamorfosis tan vulgar, así de sencillo. El ministro religioso se ha entregado en cuerpo y alma a un gobierno que gusta de descalificar a todo aquel que no comulga con sus imposiciones.

En repetidas ocasiones ha reconocido que hoy en día su prioridad es la defensa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando apenas hace unos días sin mayor empacho de su ronco pecho sostuvo que “mi papel es ayudar a los migrantes”. Todo un hombre de fe con gobierno.

¡Por favor!

El que se dice un hombre de dogmas, parece haber pasado dócilmente de la caridad cristiana al dogma “amlista”; Sosalinde Guerra, como ya sabemos, es un activista y sacerdote católico mexicano defensor de los derechos humanos de los migrantes, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano.

Por un buen tiempo el religioso sostuvo que los valores humanos trascendían gobiernos y fronteras, al parecer hoy en día, ya no.

¡Pobre tipo!

TSJ

En días pasados, la Escuela Judicial del Estado de Veracruz organizó el Curso “Derechos Humanos en México”, impartido por el Lic. Hugo Castillo Ortega, Titular de la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información del Poder Judicial del Estado de Veracruz.

Dicho curso tuvo lugar en las salas de Juicios Orales en el Cereso de Pacho Viejo, así como en la Ciudad Judicial del Puerto de Veracruz, dirigido al personal adscrito a los juzgados de Proceso y Enjuiciamiento Penal Oral.

En total se capacitaron a alrededor de 65 servidores públicos del PJEV, con estas acciones, la Escuela Judicial reafirma su compromiso de ofrecer educación continua y de calidad.

¡Bien!