Los entenados políticos del señor López Obrador no se ponen de acuerdo.

Al viejo estilo priista, todos reclaman sus espacios de poder, nadie cede ni un milímetro de terreno, la ambición la anteponen al bienestar del partido.

MORENA está fracturado.

Le cuento: Por un lado, los pupilos de San Lázaro presumen a Alfonso Ramírez Cuellar como su dirigente nacional, para ellos no hay otro. Bajo el argumento de que electo en un congreso nacional lo suben al pódium y lo erigen como su tlatoani.

Y, por otro lado, los menos, aun consideran a Yeidckol Polevnsky como la mandamás en dicho instituto político.

La ven como su Musa, no la bajan del pedestal.

Lo cierto es que el pleito apenas comienza y los morenos no muestran cordura, por lo tanto, no analizan, se conducen al calor de la emoción, optan por salvaguardar los intereses de grupo, provocando un retroceso el cual solo refleja la mezquindad por el poder.

En MORENA no existen diferencias, lo que existe es división.  Lo que escasamente les interesa es lograr un fin común en favor de las siglas y el color partidista.

Lo que menos privilegian es el diálogo, los acuerdos, todo indica que en nada se preocupan por que se llevan a cabo lo que tanto presume el señor López, esas máximas de la 4T.

De igual forma no se logra ver una auténtica vocación de servir, lo real es que existe ausencia de compromiso.

Los morenos no están actuando de acuerdo a sus convicciones y principios. Lo único que están haciendo es conducirse bajo el pragmatismo y la ambición del poder por el poder.

De continuar así estarán iniciando el entierro del movimiento y en consecuencia su cambio de nombre los espera a la vuelta de la esquina

Así de sencillo.

Tal perece que el señor López Obrador, está a punto de renunciar a MORENA.

El movimiento se ha echado a perder.

¿Cree que cumpla?

Nosotros tampoco.

Espere programas-

JAVIER-KARIME

Para nadie es sorpresa la disolución del vínculo matrimonial entre estos personajes.

Eso ya se alcanzaba a observar desde los tiempos de pompa y poderío, cuando Javier era quien disponía en, y de, Veracruz.

En esos ayeres que había abundancia, que todo valía madre, desde hace tiempo al ex mandatario lo mal veía la familia Macías Tubilla.

En los últimos años lo soportaban porque le percibían futuro, estaban atentos al trato que le brindaba la esposa del ex gobernador Fidel Herrera. Era el consentido de Doña Rosa. Todo apuntaba a que sería el elegido y a la postre candidato ganador. La silla principal de Palacio de Gobierno, a como dé lugar, tendría que ocuparla Javier Duarte. De eso se encargó Fidel Herrera y su pandilla.

Eso mantenía unido en vínculo matrimonial. No otra cosa; la familia Macías Tubilla se siente tejida a mano, los vástagos siempre han marchado con mocasín caro, crecieron en cuna de oro y fueron envueltos en pañales de seda.

No sufrieron de nada y por nada, la vida siempre les ha sonreído, y muy al contrario con Duarte de Ochoa, a la lamentable muerte de su señor padre, los apuros económicos fueron mayores, extremos.

Las necesidades crecieron y el recurso financiero escaseaba, ya no era como antes.

Como todos sabemos las cosas dieron un giro de 180 grados con su arribo a la primera magistratura veracruzana.

De allí pa´delante germinó un poco de amor. Pero poco, no lo suficiente para salvaguardar la relación matrimonial, por eso ahora la noticia no es sorpresa.

Cada quien por su lado y con su lana. Ahora a rascarse con sus propias uñas, pero ella con mucho dinero. Con mucha abundancia. Con residencia en el exclusivo barrio de Chelsea, en Londres, portando un brazalete electrónico que dejará de usar hasta que sea resuelto su juicio de extradición.

Y él, el en el reclusorio norte.

Chulada.

INSABI-PANISTAS

Hoy marte es decisivo, por lo que se aprecia los gobernadores panistas no habrán de firmar la adhesión de su estado al Instituto de Salud para el Bienestar.

Lo que están dispuestos a signar es “un acuerdo de coordinación”, mismo que calificaron como una “un traje a la medida”.

Según los panistas este pacto garantiza a la población el sistema de salud que merece y a la que está acostumbrada.

De igual forma este acuerdo entre la Federación y los gobiernos panistas permitirá que no se centralicen los servicios de salud, ya que se mantendrá la prestación bajo la gestión estatal, como un derecho indeclinable e irrenunciable de los ciudadanos.

Se dice que este convenio se logró con el tiempo encima y una vez trascurridas más de 48 horas de negociaciones con las autoridades de la Secretaría de Salud.

Las entidades que rubricarán el acuerdo son Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Tamaulipas, Quintana Roo, y Yucatán.