En Puebla, robar combustible a los ductos de Pemex es un negocio ilegal que no tiene límites y, además, los delincuentes lo hacen a la vista de todos. ¿Cómo es posible, entonces, que el gobierno de Tony Gali no lo vea o no quiera verlo? Total impunidad, robos y saqueos, inclusive a trenes que transportan mercancías en la entidad, entre otros delitos, han florecido en los últimos meses. Son tan cínicos los huachicoleros que hasta en microbuses trasladan la gasolina robada. ¿Al amparo de quién trabajan estos pillos, señor Gali? Ah, eso sí, detienen a indígenas que venden fruta o artesanías, como si fueran las más buscadas por la Interpol. Estado fallido, éste. Describe «Frentes Políticos» de Excélsior
Estado huachicolero

Foto: Archivo.
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